El cambio de la metodología tradicional a Building Information Modeling (BIM) es un proceso significativo que implica la adopción de nuevas tecnologías, prácticas y formas de trabajo en la industria de la construcción y el diseño arquitectónico.
Durante el proceso de implementación de la metodología BIM en grandes organizaciones suele ocurrir que se vean afectados varios departamentos o áreas, así como los agentes y sus medios.
En estos casos, es una práctica habitual plantear la implantación de los procesos BIM de forma gradual definiendo una serie de etapas hasta llegar al nivel máximo de madurez BIM en la organización, evitando así un cambio brusco en los procesos que tanto los agentes de la organización como la infraestructura existente no puedan soportar.
Es por ello que, para garantizar una mejor transición de los procesos tradicionales a la metodología BIM, se debe prestar gran atención a la gestión del cambio para evitar el rechazo por parte de los agentes de la organización que no son proclives a la adaptación de los procesos tradicionales a la metodología BIM.
Aquí os dejo algunos pasos y consideraciones clave para llevar a cabo esta transición:
- Comprensión de BIM: Antes de realizar el cambio, es fundamental que el equipo comprenda qué es BIM, sus beneficios y cómo funciona. BIM es más que solo software; es un proceso colaborativo basado en modelos que permite la creación y gestión de información digital sobre un edificio durante todo su ciclo de vida.
- Formación y capacitación: Proporcionar formación y capacitación adecuadas es esencial para que el personal se familiarice con el nuevo enfoque. Esto puede incluir cursos en el uso de software BIM específico, así como también en los conceptos y prácticas asociados con la metodología BIM.
- Evaluación de software: Investigar y seleccionar el software BIM más adecuado para las necesidades del proyecto y las capacidades del equipo. Algunas opciones populares incluyen Autodesk Revit, Bentley AECOsim, y Trimble Tekla, entre otros.
- Desarrollo de estándares y protocolos: Establecer estándares y protocolos de trabajo que definan cómo se crearán, gestionarán y compartirán los modelos BIM dentro del equipo y con otros colaboradores del proyecto. Esto incluye la nomenclatura de archivos, la estructura de los modelos, la gestión de la información y los procedimientos de coordinación.
- Implementación gradual: Es recomendable implementar BIM de manera gradual en lugar de intentar cambiar todos los procesos de una vez. Comenzar con proyectos piloto puede ayudar a identificar y abordar desafíos y problemas potenciales antes de una implementación a gran escala.
- Colaboración multidisciplinaria: Fomentar la colaboración entre diferentes disciplinas y partes interesadas, ya que BIM facilita la comunicación y la coordinación entre arquitectos, ingenieros, contratistas, propietarios y otros involucrados en el proyecto.
- Evaluación y mejora continua: Una vez implementado, es importante evaluar regularmente el desempeño de BIM en términos de eficiencia, calidad y cumplimiento de objetivos. Esto puede implicar la realización de revisiones post-proyecto, recopilación de retroalimentación del equipo y actualización de estándares y procesos según sea necesario.
- Cambio cultural y liderazgo: Reconocer que el cambio hacia BIM no solo implica la adopción de nuevas herramientas, sino también un cambio cultural en la forma en que se concibe y se lleva a cabo el trabajo. El liderazgo y el compromiso organizacional son fundamentales para impulsar y sostener este cambio cultural.
Al abordar estos pasos de manera sistemática y colaborativa, las organizaciones pueden realizar una transición exitosa de la metodología tradicional a BIM, lo que les permite aprovechar los numerosos beneficios que ofrece esta innovadora forma de trabajar en la industria de la construcción y el diseño.
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