Nuestro currículum es la carta de presentación para futuros trabajos, por ello, no hay que descuidar ni un solo detalle en su elaboración.
Debe ser muy limpio y claro a la vista
La información debe estar distribuida de tal forma que quede desarrollada de forma clara, para que de un solo vistazo la persona que lo supervisa tenga toda la información.
Breve y conciso
Un currículum extenso provoca pereza, y los entrevistadores no suelen leerlo completo. Lo aconsejable es que en solo dos folios, puedas recoger toda tu información.
Debe estar ordenado
El orden de los datos es influyente. Primero, hay que situar nuestros datos personales, correctos y actualizados. Es fundamental indicar números de teléfono o direcciones de correo, para que quien esté interesado, pueda contactar con nosotros.
Después, hay que indicar la formación académica correspondiente, desde lo primero que estudiamos a lo más reciente. Es aconsejable, poner el año de comienzo y de finalización. Además, en este apartado se puede añadir otro con «otros conocimientos» para indicar cursos u otros aprendizajes secundarios y más específicos.
Para la vida laboral, hay que redactarla concretando las fechas en las que se ha desempeñado el trabajo, el nombre de la empresa, el lugar y una breve descripción del puesto desempeñado.
Si se quiere añadir algún otro dato relevante, habría que indicarlo en el apartado «otros datos de interés» como: carnet de conducir, disponibilidad,…etc.
No hay que olvidar, incluir un apartado de idiomas, y otro de informática, para lo conocimientos en los dos ámbitos.
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